Hacer una reprogramación a un coche es optimizar los parámetros de su centralita para conseguir un aumento de potencia y reajustar su consumo medio.
Hasta un 40% más de potencia y par en toda la gama de revoluciones. Al disponer de mayor par motor, no hace falta pisar tanto el acelerador para obtener la velocidad deseada y, aproximadamente, se reduce el consumo en un 10%.